lunes, 11 de agosto de 2008

Como en Casa


Por motivos de aplazamiento de mi horario no tuve la dicha de asistir junto a mis compañeros de grupo asignado al tan renombrado Eurocentro. Aquel día de reincorporación a mis clases me dí por aludida en el tema que concierne este trabajo de observación, en el cual al tener conocimiento de lo que trataba y el lugar sobre el cual debía relatar mi experiencia era muy común en mi vida diaria, ya que soy una de las muchas personas que concurren a este tipo de lugares que llaman la atención por su estilo diferente, el que alberga a grandes y chicos que consideran que sus gustos no solo pertenecen a “una tribu urbana”, sino que ya lo hacen parte de sí, como un estilo de vida.

El Eurocentro, más conocido como “El Euro” por la gente que lo habita constantemente, es un edificio que está ubicado en el centro de Santiago, específicamente en el Paseo ahumada, sitio que es colapsado diariamente por transeúntes. Se caracteriza por su diversidad de tiendas, cada una haciéndose notar con un estilo diferente, ya sea por sus productos y/o servicios que estas ofrecen, así cada visitante de este centro comercial se siente identificado según su estilo y tendencia.

A mi opinión este lugar de encuentro de culturas y variadas tendencias, es favorable para quienes gustan de vestuario, juegos, tatuajes, Piercing, accesorios, según su estilo, ya que se ven respetadas todo tipo de personas no importando su condición u opción, pues nadie mira extrañamente al otro al ser de una moda distinta, debido a que es de conocimiento previo que allí te encontrarás con una variedad de gente.
Por lo que se puede inferir, que este lugar es un llamado a la no exclusión, principalmente de los jóvenes.
Muy por el contrario al exterior del Eurocentro, las personas con apariencia distinta son observadas y mal miradas diariamente por el común denominador prototipo chileno normal, por el solo hecho de mostrarse un tanto diferente a la mayoría, y a la falta de conocimiento de la sociedad en relación a las modas juveniles.

Últimamente es común ver a chicos que gustan del estilo japonés en las afueras de este recinto, que hacen sus juntas en aquel sitio situado al frente del edificio, el cual es denominado “Imán” (se cree que lo llaman así por su gran convocatoria de masas). Siendo variante por un largo periodo la tribu urbana que aquí se aloja.


Concluyendo así con el tema expuesto, puedo decir que me siento identificada con el “Euro“, ya que me considero cliente habitual de este tipo de lugares exóticos e inusuales que salen del común de la mayoría que rodean Santiago y la gran mayoría del país. Debo admitir que al igual que otros lugares de diversión y pasatiempo del mismo rubro de diversidad estoy en condición de ser un tanto más aceptada que en cualquier otro lugar ya sea calles y/o avenidas de la cuidad exceptuando mi hogar que es en el cual no tengo ningún tipo de discriminación ni malos tratos.

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